Peregrinas sostenibles, viajando con los pies
Peregrinas sostenibles viajando con los pies es un post en el que te hablo de mi viaje por la variante aragonesa del Camino Francés, en el Camino de Santiago. Me gusta mucho caminar por diferentes razones: es bueno para nuestra salud porque haces ejercicio y buena para la salud del planeta ya que es una manera de viajar sostenible.
Es la mejor terapia ya que no estas influenciada por ningún medio de comunicación, tu tiempo lo dedicas para ti, para pensar, para mejorar como persona, te relacionas con las personas que te rodean.
Este año quería un camino no muy largo y un poco solitario ya que las medidas sanitarias actuales podían ser un problema en los albergues.
Peregrinas sostenibles, el comienzo
Al final, decidimos hacer la variante aragonesa del camino francés, desde Somport (Huesca) hasta Puente la Reina (Navarra, donde se enlaza con el camino Francés).
Son seis etapas, pero nosotras hicimos siete porque no seguimos las guías y vamos más a la aventura.
A nuestra llegada a Somport, desde la parte francesa, nos cruzamos con un rebaño de ovejas atravesando la carretera. Era tal la cantidad de ovejas que estuvimos diez minutos paradas esperando que pasaran, debido a que es su territorio y tienen prioridad.
El primer día, salimos muy ilusionadas, como siempre que empiezas un camino. La etapa era de 18 km de bajada ya que empezamos en Pirineos. Los paisajes eran impresionantes, la cantidad de plantas con diferentes colores era alucinante, las montañas que nos rodeaban eran imponentes.
Una de mis amigas trajo un mochila pequeña pero se rompió y tuvo que improvisar una chaqueta-mochila.
Viajando con los pies, turisteo y los problemas en la actualidad
Pasamos por Candanchú que parecía un pueblo fantasma y llegamos a la Estación de Canfranc. Allí se notaba ya el turisteo. Seguimos hasta el pueblo de Canfranc donde teníamos intención de parar. En este punto fue cuando empezamos a ver los problemas sanitarios actuales a los que nos enfrentábamos, ya que el albergue estaba cerrado por esta causa.
Comimos en un bar del pueblo mientras pensábamos que hacer. Llamamos al albergue del pueblo siguiente y por suerte, tenían una última habitación así que nos tocaba andar casi 5 km más.
Al llegar allí, la chica de recepción nos contó que su jefe no la había avisado, así que esa habitación ya estaba ocupada. La alternativa que nos ofreció era una habitación con una ventana que no se cerraba. En esos momentos, debido al cansancio, nos dió igual.
En el camino te adaptas siempre a las condiciones, es lo bonito de caminar, te das cuenta que las necesidades básicas se cubren con muy poco.
🙆🚶🌳🌲 Caminar en solitario es una buena opción, aclaras la mente, refrescas el corazón #motivacion #cambiatuvida #mindfulness #naturaleza #caminodesantiago #senderismo #proyectosocialbytes Share on XSegundo día de las Peregrinas sostenibles, brujas, meigas y una noche rara
El segundo día fue un infierno, por el calor que hacía. Nuestra meta era Jaca pero debido a la incidencia tan alta que tenían, una vez más, problemas sanitarios, nos fuimos hasta Arrés. Un pequeño pueblito de piedra, en una pequeña cima.
Los hospitaleros allí eran muy atentos y nos contaron la historia del pueblo. Arrés era un pequeño pueblo donde la Inquisición mató a muchas mujeres por ser “brujas” y se dice que el pueblo tiene tantos gatos porque se reencarnaban en ellos.
En este pueblo también había problemas de alojamiento en el albergue y cuando llegamos no había sitio. Aforo al 50 %…
De todas formas, nunca te dejan en la calle y siempre se busca una alternativa para dormir. En este caso nos dieron a elegir una iglesia o una torre de vigilancia. La iglesia parecía acogedora asi que nos decantamos por esta opción.
Cuando llego la noche y apagamos las luces de la iglesia, note una inmensa oscuridad rara. Ya metidas en el saco en frente del altar, mi amiga empezó a ver una luz que destellaba constantemente y entro en pánico. Conseguí calmarla diciendo que era la luz de la calle (mentira porque no tenía ventanas la iglesia) así conseguí tranquilizarla. De repente me dice que ha visto iluminarse el altar 2 veces y se empezó a poner nerviosa. Le volví a decir que estuviera tranquila que era la luz de la calle.
Dormimos muy mal, a pesar de que sorprendentemente hacía calor dentro de la iglesia. Al despertarnos, me contaba mi amiga que había notado una presencia que le tocaba el pelo. Ese día estuvimos todo el camino hablando del tema y pensando en llamar a Iker. Aún hoy en día se me ponen los pelos de punta. Fue una experiencia que no repetiría.
Peregrinas sostenibles y el tercer día
El tercer día, fuimos hasta un pueblito que se llama Artieda. Una maravilla de sitio. Bueno, decir que todos los pueblos que hemos visto en este camino son pueblos de la España rural, pueblos con pocos servicios y aun así muy bien cuidados, con mucho encanto donde se come de lujo y se descansa de maravilla.
El trato de las personas que viven allí es muy bueno, siempre ayudando y dando conversación. Es una pena que no se visiten más este tipo de sitios.
El cuarto día, Peregrinas sostenibles y los árboles
El cuarto día fue el más duro. Fueron 22 km con solo un pueblo abandonado, Ruesta, solamente con un albergue/bar. La chica del bar ya nos avisó que lleváramos bien de agua porque no había nada hasta el siguiente pueblo. Confiadas, comenzamos a subir la cuesta, seis kilómetros sin sombra ni fuentes, bajo el sol infernal…y después, cinco kilómetros de bajada por caminos empedrados.
Nos paramos cada vez que veíamos un océano de sombra, gracias a los árboles que había. Cuanto de importantes son estos seres vivos para la vida en general…y que pocos apoyos tienen para defenderlos.
Por fin vimos el pueblo, a lo lejos pero para variar, cada vez que llegas a la meta, hay una cuesta hasta el pueblo. Preguntando a ver porque los pueblos estaban en pequeños altos, me contaron que en la época de la invasión de los musulmanes, los pueblos se construían en las pequeñas cimas para protegerse de los ataques.
Llegábamos a Undues de Lerda, el último pueblo antes de entrar en Navarra.
El quinto día, ya más relajado
El quinto día andamos solo doce kilómetrps, hasta Sangüesa, después de lo del día anterior, necesitábamos un poco de descanso. Esta etapa fue corta pero bonita dada la cantidad de animalillos que había. En general, el camino aragonés es muy bonito porque apenas tienes kilómetros de carretera, es todo senderos, montes, bosques, pantano de Yesa con sus aguas turquesas, ríos…
Comentar que los pueblos de alrededores del pantano de Yesa estan en contra de este.
Conclusiones
A partir de Sangüesa, mi sensación fue que ya estaba cansada de caminar, así que las dos etapas siguientes me las tome con mucha tranquilidad.
Camino solitario, con apenas diez personas (peregrinas) pero muy bien, mucha tranquilidad y mucha seguridad porque está todo muy bien indicado.
He titulado el post Peregrinas sostenibles porque no solo viajamos andando, sino que nos camuflamos en el entorno y su gente. Respetamos los lugares sin tirar nada al suelo e intentamos reciclar todo lo que podemos. No es difícil ya que comemos y cenamos en bares de la zona.
Un camino tan bonito no se puede estropear tirando las cosas a la naturaleza, hay que ser mas conscientes.
¡¡¡Totalmente recomendado!!!
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