Aventuras y experiencias de un viajero solitario, dirección Norte, es la continuación de mi viaje. Sigo con mi Cocherito y en la carretera. Mi viaje en solitario recorriendo las carreteras españolas. Como comprenderás, debido al calor, mi intención era cambiar mi ruta a lugares más fresquitos, eso significa que volvería, después de muchos años, a pasar un tiempo del verano en el norte.

Continúa mi aventura con Cocherito, huyendo del calor

Como ya te contaba en mi artículo anterior sobre mi viaje, me trasladaba al norte, donde esperaba encontrar lugares para desplazarme cuando el calor se hace insoportable en el resto de España. Sabía que, en esta zona geográfica, las temperaturas son más suaves, sobre todo, para dormir.

Una vez que llegaba a San Sebastián, desde Zaragoza, donde pasé una noche muy mala y calurosa, encontré un pueblo en las montañas de Donosti, decidí quedarme, para, al día siguiente, ya descansado, viajar a ver la costa del cantábrico y la ciudad, un lugar que nunca había visitado.

 

Dado que no conocía San Sebastián, me preparé una visita al casco antiguo, y quedé muy impresionado, los acantilados son preciosos y el paraje se muestra magnífico, las calles estaban llenas de turistas, es la época y el día era nuboso, aún, de esta forma, lo disfruté.

Como puedes observar, el mapa, te muestra las temperaturas que había en el momento de llegar, no hay zona en toda España mejor para huir del calor que el norte y allí me encontraba. Todo esto tiene sus pros y contras, claro está, en el norte puede llover, y si lo hace, en mi caso, debo estar dentro de Cocherito, pero eso me permite tener tiempo para escribir y contarte mi aventura.

Aventuras y experiencias de un viajero solitario, fin de julio

Desde Cantabria y en la montaña, que no en la costa, aunque si cerca, comienza mi relato del viaje, con el Proyecto Ermitaño y mi Cocherito continuaba haciendo kilómetros visitando lugares que me puedan interesar para mi futuro inmediato, de momento, era buen sitio para pasar el caluroso mes de agosto.

Estuve dos noches alojado en un camping, en Ramales de la Victoria, donde me ofrecieron dos noches porque no les quedaba ni una parcela libre. Les conté la experiencia de que me habían echado de un área de autocaravanas, porque lo mío es una Camper, el hombre quedó sorprendido, pero esto que me supuso el primer problema al cambiar de Comunidad.

 

Por otra parte, otra vez, un pueblo que acaba en la Victoria, ¿parecen casualidades o son señales?

En el viaje hay sorpresas y dificultades, si es indefinido, más

Estábamos a primeros de agosto, es temporada alta y todos los campings estaban llenos, consulté a gran cantidad de ellos, entre Santander y Asturias, todos me daban la misma respuesta, estaban llenos. No te voy a hablar de precios porque el mundo de los campistas clama por la gran subida de precios que estos han experimentado en los últimos años.

Ante esta situación, había que espabilarse, así que encontré uno metido en el interior, en los valles pasiegos, esta zona está compuesta de las tres villas pasiegas, San Roque de la Riomiera, San Pedro del Romeral y Vega de Pas. Por la mañana, me puse en marcha hacía el lugar con esperanza de encontrar un lugar donde pasar los calores de agosto.

 

La primera sorpresa, es que no me imaginaba que la carretera de unos cuarenta kilómetros, me llevaría por un puerto con bastante pendiente, el alto de los Machucos, esa carretera que va por la misma montaña, es muy estrecha y, además, con niebla en agosto. En este lugar se encuentra el monumento a La Vaca Pasiega, ¡acertaste!, no pude verlo.

La aventura de la vaca

Una avería en Cocherito

Ahora que, empezaba a disfrutar de mi estancia en ese camping, al despertar, una mañana, la puerta del copiloto no cerraba, la cerradura estaba rota, era otro problema a resolver. Estas cosas ocurren, no conoces a nadie, menos mal que los campistas suelen ser gente agradable y dispuesta. Me dirigí al personal del sitio, es lo que suelo hacer cuando estas cosas pasan y me enviaron a un señor muy amable que me iba a ayudar. Eso era el viernes, el martes, ese amable amigo de los dueños del camping ya me lo estaba solucionando, las cosas son de esta manera cuando eres nómada.

Visitantes inesperados

La sorpresa final era que, durante mi estancia en este paraíso, en medio de las montañas, recibí dos visitas inesperadas, dos amigos, cada uno en un día, vinieron a conocer el lugar y saludarme. Esas visitas me agradaron sobre manera, dado que no las esperaba, además, aprovechando el estar acompañado, en uno de los casos nos fuimos a Santander y nos montamos en un barco que te muestra la Bahía, para mi navegar, aunque sea poco tiempo, siempre es interesante y me enamora.

La otra persona es un gran amigo y vino a degustar conmigo el conocido cocido montañés, un plato típico del lugar, pasamos una mañana agradable, aunque la climatología no permitió dar un paseo por el lugar, dado que llovía de forma insistente, es lo que tiene el norte.

Cuatro meses viajando, encantado de la vida, repito sin dudarlo #proyectoermitaño #cocherito #minicamper #vanlife Share on X

Aventuras y experiencias de un viajero solitario. Mi ubicación y la gastronomía

Esta zona es propicia a las rutas de senderismo, espeleología y otras cosas que se pueden practicar en la montaña cantábrica.

Siempre que visitas un lugar deberías aprender y probar la gastronomía, por suerte, el Camping Lunada, muy familiar y donde te sentirás como en casa, tiene su propio restaurante y algunas opciones que te maravillaran. Si no quieres salir de allí, puedes probar muchos deliciosos manjares en el lugar.

 

Tanto el lugar como el personal de este camping es espectacular, Julia, José, Andrés, Azucena y Maxi, velarán por tu bienestar cada día, y esto no es ningún post patrocinado, es lo que yo viví durante casi un mes que estuve por allí, me considero afortunado en todos los aspectos. ¡Gracias a todos los componentes del staff!

Regreso a la infancia

Para terminar mi estancia en el norte, antes de volver a Madrid, donde tenía un vuelo previsto para septiembre, de esto ya hablaré en otro post, me pasé por el pueblo de mi padre, Celorio, en Asturias.

La aldea en la que yo veraneaba hasta los nueve años, ya no tiene nada que ver con lo que yo recordaba, han pasado tropecientos años, esta llena de urbanizaciones y chalets. Ahora bien, la playa de Poo, en Llanes, es si la recordaba, su orografía, el cantábrico golpeando en los acantilados y, por supuesto, me comí una fabada tradicional a la orilla del mar.

Un mes de agosto de ensueño, rodeado de naturaleza y mis recuerdos infantiles, sin duda, un lugar para visitar.

Conclusiones

Aventuras y experiencias de un viajero solitario, dirección norte, es otro capítulo de mi trayectoria en el Proyecto Ermitaño, a la búsqueda de lugares maravillosos donde viajar y vivir en cada época del año.

Me voy de esta zona sabiendo que el verano se vive mejor en el norte, que se come y se duerme mejor, y si lo que quieres es descansar, lo mejor que puedes hacer es visitar esta zona, donde el verde, los árboles y la naturaleza te rodean. Al estar rodeado de montañas, las temperaturas, por la noche, descienden desde los diez a quince grados, dime donde duermes a esa temperatura en esa época del año.

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